San Juan de Gaztelugatxe: un destino de cuento

San Juan de Gaztelugatxe: vistas idílicas, historia, naturaleza y mucha belleza. Los secretos de esta joya del turismo del País Vasco, escenario de la 7ª temporada de Juego de Tronos.

Las incontables fotos y postales de San Juan de Gaztelugatxe, por más bonitas y fieles que sean a la realidad, no hacen justicia a la apabullante belleza de este lugar. Unido al continente por un puente de piedra de dos arcos hecho por el hombre, el pequeño islote de Bermeo llamado Gaztelugatxe alberga, además de la ermita dedicada a San Juan, un rincón muy especial, con mucho encanto y una gran carga historia. Si te animas a subir los 241 escalones que llevan a la cima de este «castillo de roca», puedes estar totalmente seguro que tus esfuerzos se verán recompensados con creces. ¿Nos acompañas a la cima? En nuestro blog de turismo por España te contamos todo sobre este precioso destino.

San Juan de Gaztelugatxe, una de las joyas del turismo del País Vasco

Gaztelugatxe está en Bermeo, una localidad vizcaína conocida como la más poblada de la comarca de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. En esta villa de fuerte tradición marinera, la economía está basada principalmente en la pesca y en las conservas de pescado. Aunque cuente con importantes puntos turísticos como la Puerta de San Juan, la torre Ercilla o su casco antiguo en excelente estado de conservación, la ermita de San Juan de Gaztelugatxe se destaca como principal atractivo. Todos los años, miles de turistas deciden zigzaguear el camino que conduce a este hermoso santuario.

Un repaso a la historia de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe

La capilla, tal como la conocemos actualmente, no es la original. Dedicada a la Degollación de San Juan, la ermita data del siglo X (aunque muchos afirman que la primera ermita fue construida en el siglo IX). Fue convento, punto defensivo estratégico en distintos conflictos bélicos y también tuvo un gran papel durante la Inquisición española, cuando las brujas eran perseguidas por la realización de aquelarres -reuniones nocturnas- y los acusados de brujería eran encerrados en las cuevas. La ermita de San Juan de Gaztelugatxe, por tanto, pasó a lo largo del tiempo por batallas, incendios y saqueos que obligaron a su total reconstrucción. La actual quedó reinaugurada el 24 de junio de 1980.

Desgraciadamente, una gran parte de la historia de este lugar yace en la profundidad del mar que le rodea puesto que tras su completa demolición, en el año de 1886, los objetos y artefactos encontrados en el suelo como monedas y algunas piezas de munición fueron tiradas al agua.

El recorrido a la cima, un camino mágico

La preciosa ruta que lleva a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe empieza bajando desde el famoso establecimiento hostelero Eneperi. Aunque existe otra posibilidad de llegar en coche desde otra carretera, lo cierto es que esta se ha destrozado durante algunas tormentas y el acceso se ha restringido considerablemente. Desde el restaurante hasta llegar al punto donde realmente empieza el camino a la ermita, hay una duración aproximada de 15 minutos por un camino un poco estrecho y escurridizo en algunos tramos. Por ello, se aconseja no hacerlo en chanclas o sandalias.

El ascenso a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe es un paseo inolvidable en el que la pendiente o el esfuerzo por subir los más de 200 escalones apenas se notan. Las preciosas vistas, la constante brisa del mar, el ruido de las olas golpeando contra las rocas hace que sea imposible no quedarse abrumado en muchos momentos. Tras el paso del puente que vincula la pequeña isla a la península, existe un tramo sin vallas de seguridad en el que se puede admirar las olas más de cerca. Por supuesto, no es aconsejable para los más pequeños y los mayores deben extremar las precauciones ya que el fuerte viento y el oleaje suelen entrañar bastante peligro.

El camino hasta la cima está considerado como un vía crucis para los pescadores que acuden a la ermita para pedir suerte al santo, cuando empieza la temporada de pesca. El último escalón guarda la huella de San Juan que, según reza la leyenda, nos transmite suerte si pisamos sobre ella. Por si hiciera falta alguna recompensa mayor que las maravillosas vistas desde la cumbre de la ermita, se dice que el premio por subirla es hacer sonar su campana tres veces, como manera de atraer la suerte y ahuyentar los malos espíritus o para que se cumpla un deseo, ¡que no puedes olvidar pedir!

En el alto de San Juan de Gaztelugatxe, además de su preciosa ermita, también hay un pequeño «albergue» de antigua construcción en la que existen mesas, bancos de piedra y un pequeño brasero para que los peregrinos que se animen a pernoctar ahí puedan pasar una estancia un poco más acogedora. Si no te apuntas al plan nocturno, puedes disfrutar de este espacio sencillamente para descansar o para saborear el tentempié que lleves en tu mochila. Eso sí, uno no puede olvidarse de utilizar la escoba y el recogedor disponibles en el recinto para mantener la limpieza del lugar, además de cargar con la basura generada. 😉

Al lado de este pequeño albergue, también hay un curioso «WC» que consiste en una estancia un poco escondida con una puerta y un agujero que conduce los desechos directamente al mar. Además del olor un tanto desagradable, se desaconseja la visita a los que sufren de vértigo porque la sensación de mirar hacia el mar puede llegar a ser muy desconcertante.

Cuándo ir a San Juan de Gaztelugatxe

El paseo hasta la ermita de San Juan de Gaztelugatxe está indicado para todo tipo de público: niños y adultos, desde que no tengan dificultades para caminar y que no sea necesario utilizar sillitas de bebé. Las mejores fechas para la visita son en primavera y otoño ya que en verano el sitio es muy concurrido y en invierno las condiciones meteorológicas pueden hacer desagradable e incluso peligrosa la excursión. El camino está abierto todo el año, pero la ermita solo se abre en fechas especiales como el 24 de junio, día de San Juan; el 31 de julio, día de San Ignacio de Loyola, en los que se celebran una romería tradicional desde los pueblos de Bermeo y de Arieta, respectivamente; el día 29 de agosto, día de San Juan Degollado y el día 30 de diciembre. En estas fechas, se iluminan tanto la ermita como todo el camino de la subida, convirtiendo la visita en una experiencia realmente inolvidable.

Cómo llegar a San Juan de Gaztelugatxe

Para llegar San Juan de Gaztelugtxe, este precioso rincón con incomparables vistas del Cantábrico – especialmente en los atardeceres de primavera y verano – existen diferentes posibilidades.

En coche: San Juan de Gaztelugatxe está ubicado entre los pueblos de Bermeo y Bakio. En coche, debes tomar la carretera BI-3101. El acceso se encuentra más o menos a mitad del camino. Para consultar las coordenadas y más información, puedes consultar la web de turismo de Bilbao.

En transporte público: En verano, existen autobuses desde la plaza Moyúa, en Bilbao, que llevan a Bermeo, con una parada en San Juan de Gaztelugatxe. También existen otros horarios de autobús de una línea entre Bakio y Bermeo. Se aconseja confirmar los horarios con antelación.

Otros medios: También existen excursiones guiadas y servicios de taxi que pueden llevarte a este precioso destino.

Todas las imágenes: Pedro Izaguirre, Fotógrafo.