Conoce Léon en un fin de semana

¿Tienes un fin de semana libre? Escápate a León y disfruta de todos sus encantos… Descubre cómo hacerlo, ¡en 2 días!

Son las tres de la tarde del viernes y estás a punto de empezar tus (algo más de) 48 horas de merecido descanso tras una semana agotadora. Te proponemos un plan de fin de semana “prestoso”, como dirían los lugareños, aunque no te aseguramos el reposo absoluto. Prepara una bolsa pequeña y calzado cómodo porque te llevamos de turismo por León, la capital del Reino. Callejeamos por todos los recovecos del Barrio Húmedo y el Barrio Romántico, paseamos por la ribera del río Bernesga, visitamos la Plaza Mayor, la Catedral y Casa Botines y, por supuesto, nos vamos de cortos por los mejores bares del “Húmedo”. Y todo, en solo 48 horas. ¿Preparado?

Turismo en León para todos

La ciudad de León y sus alrededores son el enclave perfecto para una escapada en familia o con amigos en cualquier época del año. Es una localidad para caminar y deambular, sin coche, para conocer a fondo sus costumbres y a su gente, y saborear su identidad de capital castellana a través de sus vinos, sus “cortos” y sus pinchos. Lo más difícil es elegir por dónde empezar aunque, aquí, vamos a tirar por lo más castizo.

Vistas de la Catedral de León

Y nada hay más popular que la Calle Ancha, la principal arteria de León, punto de encuentro de todos sus vecinos y centro del Casco Antiguo. Desde ella, podemos llegar a la Plaza de Regla (la de las grandes letras de bronce) y a la Catedral de Santa María, un imponente edificio gótico mundialmente conocido y envidiado por sus vidrieras. No dudes en entrar, si las vistas impresionan desde fuera, desde dentro se superan. Desde aquí, puedes dirigirte hacia la Plaza Mayor y no perderte su mercado tradicional de productos agrarios.

Detalle de la representación del juicio final en la fachada de la Catedral de León

De cortos en el Barrio Húmedo

Con este paseo, puede que ya necesites reponer fuerzas. Puedes quedarte en la Plaza Mayor o dirigirte al Barrio Húmedo, un laberinto de pintorescas callejuelas en donde, sí o sí, encontrarás tascas de todo tipo. Son necesarios un par de conceptos para desenvolverse con soltura en estos bares: para los niños, puedes pedir un “butano”, un refresco de naranja típicamente leonés; y si escuchas que alguien va “a matar judíos”, no llames a la Policía, seguramente esté pidiendo limonada para toda la “cuadrilla”.

Morcilla, cecina, embutidos, patatas a “las mil maneras”… Todo bien regado con un par de vasos de vino, cerveza o refresco y podrás continuar con tu visita por la capital castellana. Si quieres bajar el aperitivo, puedes caminar hasta el Puente de los Leones y respirar la brisa que sopla sobre el río Bernesga.

Modernidad y clasicismo: el Parador de San Marcos

Si hay algo que caracteriza León es su mezcla de vida moderna con algunos vestigios clásicos. Te lo explicamos. Puedes llegar a la Plaza de San Marcos y encontrarte con un impresionante convento renacentista que actualmente alberga el Parador de León. Aunque no esté alojado en él, puedes entrar para conocer mejor toda su historia.

El Hostal de San Marcos alberga salones señoriales y es uno de los más extraordinarios de Europa.

O puedes seguir investigando, continuar la marcha y descubrir la parte más moderna de la ciudad, con el MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo) como su máxima representación.

Si prefieres explorar parte de la riqueza natural de León, siempre puedes hacer una visita a Las Médulas, (El Bierzo). Pincha en la imagen y descubre todos los detalles de este precioso destino:

Las Médulas, el Bierzo (Léon) está considerada mundialmente como la mayor mina de oro a cielo abierto del imperio romano.

Seguro que un solo un fin de semana en León se te queda corto.

¿Te animas?