Qué ver en Pamplona en un día

Os proponemos una visita exprés a una ciudad con todos los ingredientes para hacer al viajero disfrutar: gastronomía, cultura y experiencias para todos los gustos.

La capital de Navarra conjuga tradición y modernidad. Si estás de paso (desde Logroño o desde Vitoria es fácil llegar a ella) dispones de un buen número de razones para detenerte a conocerla. Aquí te ofrecemos un resumen de ellas por las cuales disfrutar de Pamplona en un día y cómo hacer que tu visita sea lo más completa sin perder detalle.

Visitar Pamplona: qué hacer

Hemingway fue un gran enamorado de esta ciudad, y el visitante pronto descubrirá lo que tanto atrajo al periodista estadounidense. En primer lugar, Pamplona cuenta con un buen elenco de arquitectura militar como es el  caso de la Ciudadela,  una fortificación renacentista de uso militar. Con forma de pentágono estrellado, se derribó parcialmente para el primer ensanche de la ciudad y a día de hoy se usa como jardín donde esparcirse y olvidar el ajetreo propio de toda ciudad.

Las murallas son otro punto de paso obligatorio para el visitante; no en vano, son uno de los mejores ejemplos de elementos defensivos del país. Pasear por las murallas no es sólo una bonita experiencia que permite conocer la historia de la ciudad, sino que además permite disfrutar de las mejores vistas de la misma.

Nadie puede irse de este lugar sin conocer de primera mano el trayecto del encierro de Pamplona, un paseo a través de la ciudad de 848,6 metros que cada mes de julio congrega a miles de personas para vivir una de las fiestas por antonomasia: San Fermín (si quieres una rápida guía para sobrevivir a los Sanfermines, pincha aquí). El recorrido sale de la Cuesta de Santo Domingo y llega a la Plaza de Toros, dividido en ocho tramos. Para reconocer la ruta, se pueden seguir las indicaciones que se encuentran en cada uno de los puntos. Sin duda, un recorrido por el alma de la ciudad navarra que permite imaginar los nervios y la excitación del momento. Las paradas obligatorias son:

1. Santo Domingo
2. Plaza del Ayuntamiento-Mercaderes
3. Curva de Estafeta
4. Estafeta-Bajada de Javier
5. Bajada de Javier-Telefónica
6. Telefónica.
7. Callejón.
8. Plaza de toros

El Monumento al Encierro, situado en la avenida Roncesvalles, atestigua el sentir de Pamplona con los toros. Por su lado, la plaza del Castillo es otro punto de reunión de los pamploneses y es reflejo del bullir de la ciudad; al sur del casco antiguo, es una plaza abierta y porticada y en ella se encuentra el Café Iruña, uno de los más antiguos de la ciudad, visita obligada para cualquier turista.

¿Qué ver en Pamplona con niños?

Si la visita de paso se hace en familia, todas las opciones anteriores son igualmente válidas y además también es posible disfrutar de los jardines de la Taconera y sus 90.000 metros cuadrados de superficie, el parque Yamaguchi de estilo oriental o sino visitar el parque de la Media Luna, de estilo romántico con un mirador sobre el río Arga.

En la oficina de turismo facilitan un mapa turístico de Pamplona de gran utilidad para disfrutar al máximo de la estancia. Ésta se encuentra en la calle San Saturnino, 2, abierta de 10 a 14 y de 15 a 17 horas de lunes a viernes. Durante los domingos atienden entre las 10 y las 14 horas. Para más información se puede llamar al teléfono 948 42 07 00.

Gastronomía en Pamplona

No puede haber visita en Pamplona en la que no se disfrute de su maravillosa gastronomía. El casco viejo condensa la mayor parte de los establecimientos donde hacer un alto en el camino. La Estafeta o la calle San Nicolás son dos de los puntos clave, así como la zona de la plaza del Castillo. Navarra es sinónimo de buena comida y de huerta de calidad, así que no faltarán manjares dignos de un rey en prácticamente cualquier establecimiento. El Gaucho, Baserri Berri, Fitero o Café Roch son algunos nombres imprescindibles en la parada del viajero.